SALUD
16 de agosto de 2024
VIRUELA DEL MONO: Qué población debe vacunarse para evitar la infección

Luego del importante brote en África, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a declarar la emergencia sanitaria por viruela del mono, aunque esta vez sobre una cepa mucho más contagiosa que las de otros casos. Aunque en Argentina hay unos cinco casos de "versiones" anteriores del virus y el Gobierno ya empezó a reforzar los controles, existe una vacuna que no llegó al país pero tuvo buenos resultados en otros países durante el brote anterior.
Tras la emergencia sanitaria por el brote de viruela del mono en África, la pregunta que surge corresponde a la situación de las vacunas, que son un elemento clave con respecto a la disminución de riesgos. Pese a que las probabilidades de que su expansión en la región son bajas, las medidas y recomendaciones que lleguen desde la OMS son puntos clave a tener en cuenta.
Con respecto a la vacuna contra la viruela del mono, existe una inmunización posible a partir de una inoculación que ya se aplica en distintos países del mundo. Cabe señalar que, igualmente, esta vacuna no ha sido recomendada para una campaña de vacunación masiva de toda la población, sino para los grupos de riesgo. Según se indicó, la vacuna contra la viruela del mono tiene resultado ante dos escenarios posibles: como método de profilaxis preventiva, (previo a la exposición al virus) o luego de haber sido infectado.
Otra de las recomendaciones fundamentales con respecto a la vacunación es que sean inoculados aquellos que mantenga prácticas sexuales de riesgo y, fundamental pero no exclusivamente, los hombres que tengan prácticas homosexuales. Esto se debe a que se registró una mayor transmisión del virus entre ese grupo de la población, por lo que se recomienda esta especial atención.
Al mismo tiempo, se recomienda la vacunación también para el personal sanitario que trabaja en consultas específicas de infecciones de transmisión sexual. Dentro de este grupo, deben tener principal atención aquellos que tienen prácticas de alto riesgo, como también los trabajadores de laboratorio que manipulen muestras que pudieran estar contaminadas. Por otro lado, aquellos que sufran enfermedades inmunológicas, embarazadas en cualquier trimestre de gestación y la población infantil.